Me encanta la manera en la que las ausencias virtuales indican momentos de intensa agitación en la vida real. Me casé, me fui de luna de miel, y nunca más volví a escribir acá. Imaginé que lo haría luego, en los momentos en los que reviva todas las emociones y las pueda efectivamente procesar. Porque hasta ahora todo pasó muy rápido. Bello, pero rápido, entonces no era cuestión de ponerme a analizar y meta-vivir en el blog.
En este momento estoy en mi trabajo, en una pausa. De nuevo a la vorágine. Llena de cosas. Errores masivos que se cometieron en mi ausencia y tengo que solucionar. Pero así es la vida, dicen.
Solo sé que en este momento nada puede empañar mi felicidad.
P.D. Nada Que Ver Del Día: Por suerte, mi marido no heredó el mal humor de sus antepasados sicilianos.
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3 comentarios:
Qué milagro!!
Da gusto volver a leerte. Me imagino que disfrutan muchisimo esta nueva etapa de su relación. Me da mucho gusto :)
Desde acá los felicitamos y les mandamos besos y abrazos :)
lo unico q no pega de los casamientos, es q al dia siguiente la amiga se va de luna de miel, y no podes chismosear a tus anchas de todo lo q paso en la fiesta... un mes despues! ATAJATE !
Siiii, animo....da gusto la nueva vida es el encuentro de dos mundos, dos costumbres que se iran moldeando con el correr del tiempo. Es fantastico !!!Vivilo con toda la felicidad que tengas para dar y no te preocupes no todos los descendientes de sicilianos son malhumorados, son bellos.
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