Ahí decía mi PD del 10 de marzo "Quiero estudiar..." y el post del 27 de marzo anunciaba la maestría.
Todavía recuerdo la frustración con la que escribí eso primero sin tener idea de qué, cuándo ni cómo lo quería estudiar. Parece, parece, parece, que mis frustraciones semi-prolongadas me llevan a drásticas y positivas decisiones.
Bien por los niños super inteligentes (porque la palabra superdotados suena muy fea) que se beneficiarán con mi master.
P.D. Nada Que Ver Del Día: Días extraños, pero demasiado buenos.
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