Gracias Mariux, amiga de mi alma, por no enojarte porque te robo esta columna. Gracias Rolfy, amor de mi vida, por pasarle esta columna a Maria ;)
PD: no, yo no pongo dedicatorias, eso es ser DEMASIADO copiona ya. Tampoco la pavada
¿Un millón de amigos? No, gracias
Autora: Patricia Kolesnicov
No quiero tener un millón de amigos. No quiero, gracias, alcanza con los cuatro o cinco de siempre, con la hippie que pasó los 40 y sigue hippie, con la que se dedicó a los chicos, con el que fundó una familia (así de formal) cuando ya parecía que nunca nunca, con el que compartía las películas a los quince y las vueltas de la vida trajeron a casa.
Alcanza con las que se fueron a otro país para siempre y hoy son un nombre en el MSN y una promesa —voy en julio, en agosto, en septiembre— que se va espaciando con los años y fotos de unos chicos que no nos dirán "tía". Con las chicas del almuercito a las corridas en la esquina cualquier día de semana y el conflicto de la hora y los mails con pavadas cada cinco minutos, alcanza.
Con el que arregló su vida tan bien que ahora no tiene nada que contar. Con las que una vez por mes es suficiente. Con los que se sabe que están ahí , aunque sepamos de ellos sólo en el entierro del obispo. Con el que nos quiere aunque seamos un plomo. Alcanza incluso con los que se perdieron acá nomás, los que fueron tan tan tan y ahora no pueden ser ni un poquito, los que eligieron estar del otro lado del mostrador y esa mudanza duele y mejor no cruzarlos.
Con el amigo canalla que nunca falta, alcanza.
Con los que se murieron.
Pero un millón de amigos, no gracias. Mucho menos ese millón que gasta una lista de contactos a la que quien sabe cómo habrá llegado una con un mail igualito igualito para todo el mundo, hoy por el Día del Amigo, mañana por Navidad, puede ser Felices Pascuas.
Muchísimo menos esos que te palmean el hombro y dicen "amiga, amiga, amiga" y hablan de algo y una no puede escuchar nada de lo que dicen porque está preguntándose: a) de dónde nos conocemos o b) cuándo tomamos el mínimo café o hablamos de algo que no fuera utilitario.
Menos menos menos quiero a los que tienen una secretaria mandando un pilón de tarjetas necesariamente ambiguas, necesariamente pasadas por lavandina, a todo el tarjetero de gente que vieron una vez en un cóctel.
Gracias, ahorren mi estampilla. No somos amigos.
miércoles, julio 26, 2006
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1 comentario:
gracias por los creditos, de hecho cuando lo lei, lo primero que pense fue que tenias que leerlo, y a vos te iba a pasar primero para que lo leas, pero no estabas conectada =(...tons le pase a ella.
un beso
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