soy la masa... (o lo intento?)

Tantas veces ya pasó lo mismo. Vivís los días sin ganas, esperando que mejoren. Sí, ponés de tu parte para que mejoren. Te levantás más temprano que de costumbre, con el tremendo esfuerzo que eso implica, para que al final del día al menos no tengas la sensación de dormilona improductiva. Te vas al gimnasio porque sabés que produce endorfinas y te hace sentirte mejor contigo misma. Te vas a tu trabajo, estás presente (en cuerpo y alma) y das lo mejor de vos.
Pero esa sensación sigue. La cara lánguida, triste.
Manejar ya no te relaja; te ponés muy nerviosa. Igual intentás mantenerte en límites sanos de velocidad y atender 100% porque sabés que basta un segundo para cambiar muchas vidas.
La diferencia es que ahora ya ni te culpás, ni te entregás. Sabés que es un desbalance químico; que tenés que cuidar tu salud mental porque estás en riesgo permanente desde que te pasó aquella primera vez, entre el 1997 y el 1999. Cuidás tu salud mental generalmente: buscás balancear trabajo y placer, buscás tener buenas relaciones con tus seres queridos, buscás no amargarte la vida y luchás por tus metas. Sin embargo sabés que puede llegar igual... y no te culpás. Cuando ese es el caso, no te entregás. No buscás sertralina a la primera, no corrés a terapia con actitud de desvalida, no te tirás a la cama y esperás que otros hagan las cosas por vos. No. Así como cuesta, te levantás igual y no dejás nada sin hacer. Porque eso es lo que ya aprendiste por el camino. Porque por suerte, la primera vez fue peor que la segunda, que a su vez fue peor que la tercera y la cuarta... lo cual significa que con el tiempo van mejorando los episodios. Será la experiencia, será la práctica, será que ahora vos sos psicóloga y para ayudar a otros primero tenés que estar bien vos... así como también, el haber aprendido después de la primera, que ese no es un estilo de vida válido para la persona que sos vos; que frases tipo "I only smile in the dark, my only comfort is the night gone black" "I'm Miss World, somebody kill me" "you're living in a fantasy world" "do you feel the way you hate... do you hate the way you feel" "that I would be good even if I lost sanity" y demás himnos de las niñas deprimidas, no tienen ningún glamour...
Pero seguimos... siempre para adelante, con ganas, con fuerza. Con las ganas que están muy dormidas, pero están.
"tengo ganas de estar bien, tengo tiempo y tengo fe..."